La pérdida de un ser querido es un tema difícil de tratar, y si dentro de los seres queridos cercanos se encuentra un niño, muchas veces no se sabe qué hacer para que sufran lo menos posible y asimilen la pérdida lo más pronto posible.
Lo más importante de todo es hablar con ellos sobre la muerte, de acuerdo con su edad, con un lenguaje sencillo, amoroso y sincero. Hacerle saber que la muerte es un proceso natural de la vida, aunque triste, pero natural.
Si el niño es muy pequeño, se puede recurrir a contar algún cuento o fábula que le ayude a comprender lo que está sucediendo, siempre en concordancia con las creencias de la familia. Tratar de mantener una actitud positiva, ayudándole a recordar los momentos felices que pasó al lado de esa persona especial, dejar que exprese sus sentimientos libremente y escucharlo. Pero, sobre todo, mantenerse cerca de él, tanto física como emocionalmente, abrazarlo y hacerle saber que se estará para él cada vez que lo necesite.